Con la mirada del ecodescubridor: historias y curiosidades a ritmo eco
Comenzamos la publicación de un ciclo de artículos de Magdalena Petryna: redactora y guía de los Beskides, promotora del turismo local y consciente, educadora natural y bloguera. La autora nos proporcionará una buena ración de curiosidades ecoturísticas de la región e inspiraciones para ecoexcursiones. Si queréis saberlo todo sobre cómo viajar en el espíritu slow, sin dejar huellas tras de sí, sobre cómo la literatura y el arte pueden marcar el rumbo del recorrido, lo grande que puede ser la fuerza de lo local y qué son los baños de bosque, tenéis que entregaros a la lectura y esperar a los siguientes textos en www.visitmalopolska.pl.
¿Es posible bañarse en el bosque?
No se trata de un baño en un arroyuelo o en un estanque en medio del bosque. El término «baño de bosque» aparece cada vez con más frecuencia en el contexto de pasar el tiempo libre en la naturaleza: ¿qué significa realmente?
Este concepto llegó hasta nosotros desde Japón, donde en los años 80 del siglo XX se comenzó a practicar y estudiar científicamente el shinrin-yoku (en japonés, precisamente «baño de bosque»). Los científicos descubrieron que permanecer en el bosque no solo influye de forma relajante en la persona, sino que también tiene una acción beneficiosa para la salud. Pasar el tiempo en medio de la vegetación ralentiza el pulso, reduce el nivel de cortisol (es decir, la hormona del estrés) en la sangre, reduce el riesgo de enfermar de diabetes del tipo II, así como el riesgo de contraer enfermedades del aparato circulatorio y prolonga el sueño, también fortalece el sistema inmunológico.
Con el tiempo, la idea del shinrin-yoku se extendió por todo el mundo: se sigue llevando a cabo diversos estudios en América y en Europa y el tratamiento mediante el contacto con el bosque se convierte en un elemento cada vez más importante del cuidado por las personas. Esto no es sorprendente, teniendo en cuenta nuestro día a día, en el que domina una intensa vida urbana, el trabajo, la información que nos bombardea desde todos lados y las prisas incesantes a las que estamos sometidos. La naturaleza es un remedio ideal, ya que durante cientos de miles de años fue nuestro entorno natural, por lo que nos proporciona aquello que nuestros organismos necesitan, incluso si no somos conscientes de ello.
¿En qué se diferencia un baño de bosque de un paseo corriente por el bosque? Durante el baño de bosque nos sumergimos (¡de ahí el baño en el nombre!) en el mundo que nos rodea, de forma lenta y atenta. El bosque no es aquí un escenario – para conversaciones con amigos, llamadas pendientes o el entrenamiento – que está en primer plano. Lo vamos conociendo con todos los sentidos, no solo miramos el espacio que nos rodea: tocamos, oímos, olemos, degustamos en función de las posibilidades y según la estación del año. Durante la práctica del shinrin-yoku no planificamos un recorrido ni un objetivo al que debamos llegar, no tenemos que ir lejos o cerca, lo importante es seguir las observaciones y aquello que nos dice nuestro cuerpo.
¿Cómo es en la práctica? Merece la pena ir a un baño de bosque conducido por un guía, esta persona propone «ejercicios» que nos ayudan a activar todos los sentidos y a concentrarnos en el aquí y ahora. Pero también es posible practicarlo solo o con amigos en cualquier espacio verde. Lo ideal sería que pudieses dedicar al baño de bosque una hora al día, o incluso dos. Al principio apaga el teléfono (¡esto es importante!), inspira profundamente varias veces, siente cómo estás (si te duele algo, si estás cómodo/a, si estás estresado/a, si te preocupa algo, etc.) y poco a poco comienza a explorar el espacio que te rodea. Puedes tocar la rugosa corteza del árbol más cercano o el musgo, blando y elástico. Puedes tumbarte bajo un árbol, cerrar los ojos y oír los cantos de los pájaros. Puedes ponerte de pie bajo los olorosos pinos y respirar durante varios minutos su sugestivo aroma. Puedes buscar con la mirada plantas con flores coloridas; trata de moverte lentamente por el bosque siguiendo su rastro. Puedes contemplar el delicado movimiento de las hojas movidas por el viento e intentar reproducir ese movimiento con tu propio cuerpo. Puedes encontrar junto al camino fresas silvestres y deleitarte con el aroma de las frutas calentadas al sol. Hay infinitas posibilidades.
Lo importante es hacerlo todo prestando mucha atención, observando los pequeños detalles. Si nuestros pensamientos escapan hacia lo cotidiano, listas de tareas que nos esperan o duros recuerdos de los últimos días en el trabajo, con certeza nos ayudará respirar profundamente varias veces y concentrarnos en el espacio más cercano, por ejemplo, mirar cuántas formas diferentes tienen las hojas de las plantas que nos rodean.
¡Ni más ni menos! Ya después de quince minutos notaréis un cambio en vuestro estado de ánimo y, con el tiempo, experimentaréis cómo la práctica regular de los baños de bosque hace que simplemente se viva mejor. Introduce más tranquilidad, alegría e interés por el mundo, como los niños; asimismo, fortalece todo el organismo y facilita la concentración.
¿Tenéis ganas de probar? El contacto cercano con la naturaleza puede practicarse incluso en un parque urbano, pero lo mejor será un bonito bosque. No tenéis que buscar lejos: cerca de Cracovia encontraréis un espacio ideal para practicar shinrin-yoku. Se trata del Bosque de Niepołomice. Este extenso complejo forestal, al que es fácil llegar, está situado en un terreno bastante plano, así que pasear por él no requiere gran esfuerzo. Lo más importante, el Bosque de Niepołomice es un lugar lleno de encantadores rincones, viejos árboles (muchos de ellos son monumentos de la naturaleza), además de ser el hogar de numerosas especies de plantas y animales. Encontraréis aquí, por ejemplo, majestuosos robles, olorosos pinos, misteriosos alisos, siempre buscando terrenos húmedos... Podéis encontrar corzos, ciervos, a veces incluso alces. Oiréis y veréis muchas especies diferentes de aves. Esta diversidad y riqueza del mundo natural anima a permanecer en la naturaleza y facilita dejar atrás el día a día, para experimentar atentamente la belleza del bosque. En el pasado el Bosque de Niepołomice era un lugar especialmente querido por los reyes de Polonia y hoy es un espacio perfecto para todos los amantes de la naturaleza y para las personas que buscan descanso en el bosque, en cualquier estación del año.
El tiempo que paséis en el bosque será con toda seguridad estusiasmante, especialmente si lo sentís con todos los sentidos y con gran atención.
El bosque siempre nos espera y puede darnos mucho, de verdad. Basta con llegar hasta él, apagar el teléfono, respirar profundamente varias veces y sumergirse en la vegetación.
El proyecto titulado «Ecoturismo de Małopolska: desarrollo turístico sostenible de la región» es realizado por el Fondo de Asociación como parte del Programa EkoMałopolska con fondos del Voivodato de Małopolska.